Me preguntaba: ¿Por qué nos alejamos tanto de un entorno al que siempre regresamos?
Para relajarnos, para inspirarnos y contemplar necesitamos tiempo y espacio y esas condiciones las experimentamos en un espacio que consideremos nuestro hogar. Quise recrear ese puente, el vínculo cercano entre la naturaleza y la modernidad.
Vera significa orilla de un río o camino, viene del celta-latín Viria que significa anillo o círculo.
Me pareció justo lo que quería crear, la orilla entre la naturaleza y el día a día actual.
Y el anillo o compromiso que siento para acercar la naturaleza a la cotidianidad.
Vera también es un nombre de mujer, de origen ruso вера / wjera que significa mujer con fe, o simplemente fe. Y como en eso me baso, en la fe en la naturaleza, decidí facilitar mis conocimientos para
crear la Vera, esa orilla, puente o camino que nos acerca a ella.
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